El sonido de tu perfume invierte los sentidos.

Mis ojos huelen cada partícula que reflejas. Mi olfato se mancha al mirarte y el tacto de tu color me trae sin cuidado cuando el gusto que me provocas me nubla las sinestesias.

Es difícil eliminarte porque tu ausencia no duele tanto como tu sobredosis. O viceversa. Eres placer, vicio y trópico en potencia. Eres salsona, sólida y líquida.

Eres a cucharadas hasta que te muerdo. Y las caries ni se molestan ni protestan, porque cuanto más te alargo, más y más; más te tengo.

Y vendrás conmigo donde quiera que me lleven mis suspiros, porque ahora que te he conocido, sólo tengo ojos para tu sonido; tacto para mirate y gusto para gemirte. Y no te huelo porque me mancho la nariz otra vez, y para eso… mejor proceder.

A la mermelada de guayaba.

————————————————————————–

The sound of your perfume inverts the senses.

My eyes can smell every single particle that you reflect. My nose gets dirty when it looks at you, and the sense of touch of your color doesn´t bother me because you provoke this taste, able to cloud my synesthesias.

It´s difficult to get rid of you, because your abscense doesn´t hurt as much as your overdose. Or vice versa. You are pleausure, vicious and tropical potence.

You´re spoonful until I bite you. And the cavities don´t complain  because as much as you last, the most I´ve got you.

And you´ll come with me where ever my sighs send me. Because now that I´ve met you, I only have eyes for your sounds; touch to look at you and taste to moan you. And I don´t smell you because my nose will get dirty again… it´s better to proceed.

To guayaba marmalade, an incredible weakness.