El nacionalismo fractura la India

 
La frondosidad de los bosques de Jammu y Cachemira, estado ubicado al norte de la República de la India, goza de una serenidad que a vista de pájaro muestra esplendorosos contrastes geográficos. El verde y el ocre desnudan el relieve durante el verano mientras que la estampa invernal refleja el manto blanco de unas montañas, lagos y senderos que hacen honor a su nombre de pila: paraíso en la tierra. Posarse sobre su superficie sigue siendo un primor para la vista aunque el factor humano obligue a cambiar las prioridades. Sobre el terreno resalta una hostilidad que no entiende de preciosidades ni de gamas cromáticas, sino de una aversión con diferentes aristas. Ya nada es bonito cuando la violencia tiñe de sangre el albero y el verdor, ya sea por el conflicto entre la India y Pakistán que agita especialmente a esta zona; o porque parte de la población hindú se quiere deshacer de la musulmana; o porque el machismo es todavía más brutal en las zonas rurales, donde en muchas ocasiones la compasión es un bien extinto.